La columna de Peláez
Es justo
Por su bajo perfil, por su sencillez, porque no reclama publicidad en medios, tal vez el fútbol de casa no haya sido justo con Wilson Gutiérrez, quien no fue un brillante jugador y casi del anonimato llegó a la dirección técnica del Santa Fe hace un buen rato. Es justo, y de eso se trata, de reconocer en él un hombre serio que tiene al equipo por un buen sendero.
Por: Hernán Peláez Restrepo
Por eso, los 12 puntos conseguidos en el comienzo del torneo servirán para llenar la alforja de la esperanza en el campeonato y poder con cierta serenidad atender el compromiso de la Libertadores. Ante el Medellín demostró el equipo que todos los jugadores de la extensa nómina de 30 conocen ya el libreto de cómo jugar sin perder la impronta de este momento.
Jugó el primer tiempo con claridad, dejando a Seijas en su verdadero lugar, o al menos donde se nota más a gusto. No es reemplazante exacto de Ómar Pérez, pero tiene sentido para dar salida al equipo por la zona de Otálvaro y Anchico. En esos 45 minutos el grupo superó al DIM, no solamente en goles, sino en control en todos los lugares del campo. Muy eficiente resultó, porque de cuatro llegadas a Castellanos, consiguió dos goles.
En el segundo pasaje el Medellín creó un espejismo sobre el control del partido. Se acercó a Zapata, el arquero, quien de paso supo resolver en tres intervenciones las escaramuzas del DIM. Duró unos 20 minutos y allí Santa Fe prefirió ignorar al arquero Castellanos y quedarse esperando alguna posibilidad en el contragolpe, que lo tuvo aunque, pasa en varios equipos nuestros que no son capaces de resolver entre dos delanteros el asunto. Pareciera que ese trabajo no lo practican mucho, porque se sorprenden cuando bien pueden definir, teniendo espacio y a los defensas contrarios superados.
Queda claro, y esa me parece la más importante conclusión, que Santa Fe logró cobijar a todos sus jugadores con un plan cierto de juego. Dispone de tres delanteros con gol, como son Silvio González, Wílder Medina y Sergio Herrera, sin dejar de lado a Jéfferson Cuero, quien con su velocidad y su físico liviano es el más indicado para desconcertar rivales. Sus volantes están conscientes de lo que deben hacer, donde Arias, Torres y Anchico son piezas claves para acompañar bien a Pérez o Seijas. Otálvaro cada día está más cerca del nivel que exhibió antes de ir a Ibagué y ni hablar de Mesa, el zaguero central, y los arqueros Vargas y Zapata.
Así, pues, Santa Fe tiene con qué y, lo más interesante, reconocerle a su técnico, en medio de sus pocas palabras, el orden que tiene el grupo. Es justo decirlo ahora, porque Wilson Gutiérrez viene hace rato construyendo méritos para el aplauso.
Hernán Peláez | Elespectador.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario