martes, 30 de septiembre de 2014

SANTA FE 2014 Sep 30 - Nuestro admirado y respetado presidente CESAR PASTRANA

"Santa Fe es una empresa sólida que va a seguir creciendo"César Pastrana considera que Santa Fe tiene con qué seguir ganando títulos, como los de Liga y Superliga, cuyos trofeos exhibe orgulloso en su oficina. / Óscar Pérez
Hace cuatro años y medio, César Pastrana asumió la presidencia del Independiente Santa Fe. El club estaba quebrado y a punto de desaparecer, mientras sus hinchas eran cada vez menos.
Hoy, el panorama es completamente diferente, pues el primer campeón de Colombia se ha convertido en un modelo deportivo, económico y administrativo para los demás equipos del país.
Y aunque suena exagerado, es cierto. Santa Fe recuperó el prestigio de antaño y ahora es respetado y admirado. Los números respaldan ampliamente esa gestión. En las últimas cinco temporadas, incluida la de 2014, el cuadro rojo ha sumado 337 puntos, sólo superado por Atlético Nacional.
Eso le ha valido clasificar a una Copa Sudamericana y dos Libertadores, en una de las cuales llegó a semifinales, conseguir un subtítulo (2013-I) y, lo más importante, salir campeón después de 37 años (2012-I). De ñapa, conquistó la Superliga 2012, justo ante su más tradicional rival, Millonarios.
De los resultados económicos, ni hablar. El club albirrojo salió de la Ley 550 y superó un déficit cercano a los $15.000 millones. Adquirió una sede deportiva en Tenjo y amplió su sede administrativa en el barrio San Miguel. Hoy, los patrocinadores no caben en su camiseta e incluso hay empresas en lista de espera.
El lunar, eso sí, es la apatía generalizada de buena parte de su afición, constantemente inconforme y exigente, que por lo general aparece sólo en las finales.
Pero tal vez lo que mejor refleja la transformación del club son sus divisiones menores, que volvieron a convertirse en la gran cantera del equipo profesional, como en los años 60 y 70.
Santa Fe tiene cerca de 3.000 niños en su academia deportiva, que cuenta con 10 sedes y unos 86 entrenadores. Tiene, además, unos 700 jugadores en sus equipos de liga de divisiones menores, dirigidos por 40 técnicos. Ahí está, además de un buen ejemplo de autofinanciación, el futuro del plantel profesional.
“Esta es una empresa sólida que va a seguir creciendo”, explica el presidente, quien está al tanto de absolutamente todo lo que pasa en el club. Precisamente esa es una de sus grandes virtudes. No dejar nada al azar. Delegar, pero no soltar.
Sobre su gestión y los proyectos futuros, el dirigente de 49 años, ingeniero mecánico, habló con El Espectador. También se refirió a la crisis de su vecino de patio, Millonarios, y al sueño de colgar la octava estrella en el escudo cardenal.
¿Cómo recuerda sus primeros meses como presidente de Santa Fe, por allá en mayo de 2010?
Fueron tiempos difíciles: no había plata ni para los pasajes, le debíamos mucho a la DIAN, nos iban a liquidar la corporación. No obstante, organizamos la casa y logramos salir de todo eso poco a poco.
¿Y cómo está el club hoy?
Tenemos bases sólidas, aunque todavía hay mucho por hacer. El año pasado ya dimos una utilidad importante. Adquirimos activos por una suma significativa y seguimos nuestro camino a la excelencia, que es lo que nos motiva. Santa Fe es una empresa que tiene un presupuesto cercano a los $25.000 millones al año, y por fortuna los podemos cubrir.
¿Cuál ha sido la clave de su éxito?
El fútbol es un negocio atípico, que debe mirarse con ojos diferentes. Pero el crédito realmente es para un grupo de trabajo grande, comenzando por la junta directiva, que ha respaldado todo el proceso.
¿Cuál ha sido su mayor satisfacción?
Salir campeón después de 37 años y ganarle la Superliga a Millonarios, poner a Santa Fe en la sexta casilla del escalafón mundial de clubes en 2013, pero sobre todo haber creado una empresa viable que sirvió para el renacer del equipo y de su hinchada, que era añeja y lo seguía más por su historia que por su presente.
¿En qué se ha equivocado?
En muchas cosas, pero siempre de buena fe. En algunas contrataciones o en haber tenido nóminas demasiado numerosas y costosas, pero eso hace parte de la labor del directivo.
Su mayor decepción.
La derrota ante Nacional en la final del primer semestre de 2013. Realmente creo que teníamos que haber ganado. Ese fue un golpe duro para nosotros y para la afición, que quiere títulos, levantar trofeos.
Pero ¿no cree que deberían valorar también el prestigio y el respeto que ha recuperado el club?
Me encantaría que la gente midiera eso, que viera cómo nos admiran nuestros rivales y en qué concepto nos tienen en el exterior, pero la realidad es otra. Por eso para nosotros es vital pelear el título de la Copa Postobón tanto como el de la Liga, porque queremos ganar algo.
¿Tienen con qué?
Estoy muy satisfecho con este plantel y con el cuerpo técnico que tenemos. Nos entendemos mucho con el profesor Gustavo Costas. El grupo en general tiene un gran sentido de pertenencia y está orgulloso de vestir esta camiseta, eso es fundamental. Y en lo deportivo, sí, creo que podemos seguir mejorando de cara a las finales y daremos la pelea.
¿Qué objetivos tiene a mediano plazo?
Vamos a seguir acondicionando nuestra sede deportiva en Tenjo, a construir hotel, gimnasio y nuevos espacios para el departamento médico y la recuperación de los jugadores. Queremos buscar una nueva sede administrativa acorde al prestigio del club. Y lógicamente, seguir jugando torneos internacionales.
¿Y a futuro?
Quiero que se me recuerde como un hombre que le entregó su vida al equipo, que no trabajaba 24 sino 25 horas al día por Santa Fe. A pesar de todas las satisfacciones que he vivido, en este cargo son muchos más los momentos de dificultad que los de alegría.
¿Por eso se preocupa tanto por las divisiones menores?
Sí, ahí hemos hecho un trabajo extraordinario. En el equipo campeón de 2012 tuvimos seis titulares que venían de la cantera y hemos seguido promoviendo nuestros jóvenes talentos, los vamos metiendo de a poco.
¿Qué opina de la crisis de Millonarios?
No conozco los detalles de lo que están pasando, pero estoy seguro de que van a salir adelante. Esa es una marca muy importante en este país.
¿Cómo se siente cuando le dicen que es el mejor presidente en la historia de Santa Fe?
Recibo esas palabras con orgullo, pero con prudencia. El fútbol es muy variable y siempre depende de los resultados, aunque está claro que estamos dejando una huella importante.
¿Se ve dirigiendo la Dimayor o la Federación de Fútbol?
Todo se da en el tiempo de Dios. Ahora tenemos directivos excelentes, con resultados deportivos y administrativos magníficos. Esos sitios están muy bien cubiertos.
Lordonez@elespectador.com
@Memordonez